lunes, 5 de octubre de 2009

Opera de Dos


OPERA PER DUE

Te observo tras la ventana, ¿o al lado de ella?
Pareces una con el silencio y dos con la belleza.
Me miras, te miro y parece que no existo,
o tal vez es que no existe nadie más que nosotros dos.
El tiempo pasa por nuestro lado pero parece no conocernos,
el miedo pasa por nuestra mente y no nos encuentra,
un beso se pasea por nuestros labios con desesperación
y un te amo en nuestras lenguas se transforma en una mirada de amor.

Me miras de nuevo, ¿o te miro yo? Y pareces decirme algo,
algo que no necesita palabras, algo que parezco saber muy bien,
algo que yo también muero por decir,
algo que jamás mi corazón podrá olvidar por más que muera mi mente,
algo que no necesita ni siquiera un susurro, una estrella, una noche o un día.
Algo escrito en medio de nuestros corazones,
algo que comienza con “amor” y termina en “por siempre”.
Ahora te miro yo, ¿o tú me miras?,
Sonríes y preguntas ¿por qué?, y a mí me gustaría responderte,
sólo que yo me hago la misma pregunta todos los días de mi vida
¿Por qué tanta felicidad?
¿Por qué tanto amor?
¿Por qué me merezco este milagro?
Por qué si lo único que hice fue entregar mi corazón

Te observo al lado de la ventana, ¿o tras de ella?
Te observo y te ves tan hermosa y te vuelvo a desear una vez más.
Te observo y me pregunto qué hago aquí y por qué no estoy junto a ti haciéndote el amor,
pero observarte es también hacerte el amor, sí... Lo es.
Esta vez mi mirada se pierde y la tuya se aleja,
esta vez no hay palabras, no hay miradas, no hay pensamientos,
no hay porqués, no hay nada ni nadie más;
sólo estamos tú y yo y es preciso deletrear en tus ojos y en tu piel:
“Te amo”