FINAL IMPREVISTO
-Bip Bip- dijo el Coyote mientras caía una vez más y pensaba que tantos años de intentos por atrapar al Correcaminos siempre serían improductivos.
Mientras el viento silbaba en tono aumentativo de profundidad y él esperaba el "plop" de la caída, imploraba al dueño de la pluma que no lo volviera a reanimar, que ya no quería sentir el agonizante dolor de sus huesos chocando contra el suelo frío y polvoriento, de sus sesos esparciéndose por la tierra y el dolor de la vergüenza y ridículo que hacía frente a todo el mundo.
Cuando finalmente había muerto; decidió no levantarse más, decidió no hacerle caso ni al dibujante, ni al guionista. Sólo quería una vida tranquila y mientras se elevaba a la eternidad, observó al Correcaminos impotente, cada vez que él caía lo había estado viendo angustiado y él nunca lo supo. Se alejaba y pensó que una vida en solitario para el ave y que envejeciera aburrido sería la mejor venganza, sintió sus ojos mojarse y cuando volteó por última vez: el correcaminos también lloraba.
FIN